sábado, 24 de marzo de 2018

ME GUSTARÍA QUE MI CENTRO...

Me gustaría que mi centro... no tuviese que existir
O al menos no con su concepción actual.
Mi colegio es un Centro Específico de Educación Especial en el cual todo el alumnado presenta algún tipo de discapacidad. Supuestamente la función de este tipo de centros es dar respuesta a las necesidades que presentan los alumnos, las cuales no pueden ser adecuadamente satisfechas en los centros ordinarios. 
Hasta ahí vamos bien. Es decir, que su finalidad sería la de escolarizar a aquellos alumnos, que por sus características personales, requieren de más servicios y recursos (o de otro tipo) de los que un centro ordinario les puede ofrecer. Entonces... ¿cómo es posible que en un centro específico estén escolarizados alumnos que podrían estar perfectamente en un centro ordinario con su respectiva adaptación curricular? Pues en un alto porcentaje, y hago siempre referencia a mi colegio, es porque estos alumnos sufrieron acoso escolar en sus anteriores centros y se considera que en nuestro centro van a estar más protegidos.
Cuando los alumnos nos van contando sus historias (muchas veces por iniciativa propia, por su necesidad de hablarlo, y otras como consecuencia de alguna conversación o actividad) se te rompe el corazón. Estamos hablando humillaciones, agresiones verbales y físicas y en algunos casos muy violentas.
Que un alumno te diga que está contento en este colegio porque nadie se mete con él ni le pega... te hace reflexionar muchísimo.
¿Qué tipo de sociedad estamos creando?¿Cómo podemos llegar al punto de que sea el acosado el que se tiene que cambiar de centro para protegerse?¿ Dónde está en nuestras vidas ese valor llamado respeto?
Se que me estoy centrando en casos de acoso pero es la realidad que yo tengo en mi día a día.
Mis alumnos cuentan también que, dentro de esos grupos de personas que los trataban mal, había quien después era un "santo" y los profesores no se creían que ese alumno determinado pudiese hacer tal cosa, y había quien la iba liando allá por donde pasaba. También sé de padres que defienden a sus hijos porque son buenísimos y jamás harían algo así o aquellos que los justifican con un "por algo sería" o, lo peor de todo, "seguro que ese loco/tonto se metió primero con él".

Creo firmemente en el diálogo. Pocas cosas hay en esta vida que no se puedan solucionar hablando y más cuando la finalidad es llegar a un entendimiento, por eso destaco su importancia en los centros educativos (me refiero al alumnado, pero reconozco que muchas veces los adultos también fallamos en este punto).
Resalto también la necesidad de una buena relación escuela-familia. Son muy necesarias la una para la otra y muchas veces no somos conscientes de ello. Si la finalidad de ambas es conseguir lo mejor para esos niños y niñas, chicas y chicos... imaginaos lo que se puede alcanzar con la unión de ambas!!! (Y si damos un paso más e incluimos a la comunidad eso ya...)
Es muy importante que familia y escuela vayan en la misma línea, que sus enseñanzas no sean contradictorias, ya que esto puede generar en los alumnos un no entendimiento que, en ocasiones, puede desembocar en problemas de conducta.
Cuando notamos que alguien se preocupa por nosotros nos sentimos mejor. Y si ese "alguien" son dos referentes importantes en nuestras vida, esa sensación tiene que ser genial,no?

Ojalá entre todos los que estamos haciendo estas reflexiones y estos aprendizajes consigamos cambiar un poquito las cosas...
Ojalá el respeto y tolerancia vuelvan a estar presentes en nuestra sociedad (parte de ese trabajo es cosa nuestra como docentes)...
Ojalá mi centro no tenga que existir en un futuro... o si existe que sea solo para alumnado gravemente afectado...
Ojalá...


No hay comentarios:

Publicar un comentario

PROFE...LA PROFESIÓN EN LA QUE SIEMPRE APRENDES

Siempre que empiezo un curso y nos piden una reflexión sobre por qué hacemos el curso, qué esperamos de él... siempre recuerdo una anécdota...